Obligar a los autónomos a cotizar según los ingresos reales parece una solución más justa para el sistema de pensiones, ¿pero también lo es para el autónomo? ¿Realmente le beneficia? Por una parte sí, pero por otra… Cuidado con lo que se desea, porque puede esto agrave aún más la precariedad de muchos.
Los autónomos pueden elegir sus bases de cotización en 2018 entre el mínimo de 932,70 € mensuales y el máximo de 3.803,70 €, aunque con ciertas limitaciones, por ejemplo, en función de su edad. Esto significa que sus cotizaciones a la Seguridad Social no tienen por qué estar relacionadas con sus ingresos, sino con su criterio. Por otra parte, les está permitido cambiar de cotización hasta cuatro veces al año, con el fin de que puedan ajustar mejor lo que desean cotizar según los ingresos reales que hayan tenido.
Pero la realidad de nuestro país es que la mayoría de los autónomos cotizan por la base mínima. Esta situación ha hecho que mientras las pensiones por jubilación que perciben las personas que han cotizado en el régimen general de la Seguridad Social están en una media de 1.127,49 €, la media de las pensiones por jubilación de los autónomos es de 723,20 € al mes.
Otro dato: en caso de pensión por incapacidad permanente, la media que cobra un cotizante del régimen general de la Seguridad Social es de 965,83 € mensuales, y si esto parece claramente insuficiente, aquí va la media de lo que cobra un autónomo en caso de que ya no pueda trabajar más por incapacidad: 707,99 € al mes, según los datos del INSS, junio 2018. ¿Se puede vivir con eso? Está claro que no, por eso es importante complementar esta prestación con un seguro privado para autónomos.
¿Por qué los autónomos cotizan menos?
No se puede generalizar en un colectivo de 3.200.000 autónomos que no tienen nada que ver entre sí, dedicados a muy diferentes profesiones y con gran diferencia de ingresos, pero las razones por las que los autónomos cotizan menos son varias:
- Puede deberse a que sus ingresos sean bajos y que la cotización les suponga un esfuerzo difícil de asumir.
- Puede que no tengan previsión de futuro, que aunque es algo que llegará, sin duda, no todos estarán para verlo.
- Puede que hayan decidido suplir su pensión con ahorros en lugar de pagar más a un sistema que no siempre es justo ni tiene la sostenibilidad garantizada.
Las asociaciones de autónomos no mantienen un criterio unánime en la cuestión de si es mejor cotizar por los ingresos reales o no. Unas piensan que es preferible que el autónomo haga lo que quiera, puesto que además ya cuenta con la posibilidad de pagar menos con la tarifa plana o con la opción de cambiar hasta cuatro veces al año su cotización elegida por él mismo. Pero otras agrupaciones opinan lo contrario.
Argumentos a favor de cotizar según los ingresos
Más del 80 % de los autónomos cotizan por la base mínima. Mucha gente paga menos de lo que debería pagar, unos con razón, pero otros sin ella. Si se obliga a cotizar según los ingresos, la Seguridad Social de todos saldría beneficiada.
- Obligar a cotizar según los ingresos aumentaría la recaudación y, con ello, la Seguridad Social sería más sostenible.
- Disminuiría la brecha entre los trabajadores por cuenta ajena y los trabajadores autónomos. Sus prestaciones serían similares.
- Redundaría en más coberturas y beneficios para los autónomos, como prestación por desempleo o bajas.
- Su edad de jubilación sería la misma, ya que ahora los autónomos se ven obligados a jubilarse más tarde.
- Si queremos igualdad de ambos regímenes, debe cotizarse en función de unos tramos de cotización ajustados a los ingresos.
Solo el 14 % de los autónomos eligen cotizar por la base máxima. La propuesta que se está planteando Gobierno afecta al 30 % de los autónomos que ganan más de 40.000 € netos anuales. Ellos tendrían que pagar una tarifa de 1.840 € mensuales a la Seguridad Social. Los que no lleguen al salario mínimo pueden acogerse a los 50 € de tarifa plana.
Por otra parte, si se cambia y se ajusta la cotización a los ingresos reales, habría que suprimir el límite de edad que hay ahora en los 48 años para poder cambiar la cotización al máximo, que se ha establecido con el fin de que los autónomos no suban sus bases solo en los últimos años, cuando ven que se acerca la jubilación.
Argumentos en contra de cotizar según los ingresos
En ese país no solo defraudan los políticos, también los ciudadanos de a pie están muy acostumbrados a decir eso de ¿lo quiere con factura o sin factura? Es decir, mucha gente defrauda cada día y no es fácil controlar a quienes no declaran todo lo que ingresan. En el otro extremo están los profesionales que no escamotean ni un solo euro a las arcas públicas. ¿Es posible conocer los ingresos reales de los autónomos?
Algunas organizaciones de autónomos plantean que se puedan hacer aportaciones extra a la Seguridad Social con carácter retroactivo, esto es, una vez que el autónomo sepa cuánto ha ganado.
- Los autónomos son un chollo para la Seguridad Social porque pagan obligatoriamente, incluso aunque apenas tengan ingresos, a cambio de unas coberturas muy bajas.
- Los autónomos casi nunca tienen derecho a prestación por desempleo.
- Más de medio millón de autónomos que pagan 278,90 € cada mes a la Seguridad Social para poder trabajar tienen ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional.
- Muchos autónomos prefieren hacerse su propia hucha para la jubilación y no cotizar a un sistema que no les da apenas coberturas y que no está garantizado.
- Los ingresos de los autónomos son desiguales.
- Los autónomos no tienen despidos ni contratos indefinidos ni pagas extra, puede que un mes vivan bien y al siguiente pierdan su negocio. Viven al día.
- Los autónomos no tienen vacaciones pagadas. Si descansan, no cobran, o lo que es peor: tienen que pagar a alguien para que haga su trabajo.
- Los autónomos no reciben prestaciones por bajas o, si las han contratado con la Seguridad Social, son una miseria que no les permite vivir. Por lo general, necesitan contar con un seguro privado que cubra una posible incapacidad.
Y, encima, durante la baja, tienen que seguir pagando su cuota a la Seguridad Social.
¿Y tú qué opinas? Nos gustaría saber cuál es tu caso.
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Un comentario
El problema está en la educación sobre cómo manejar el dinero. Ese 30% que hace más de 40.000 netos anuales lo hace generalmente porque sabe manejar el dinero o por lo menos está en el camino hacia dominarlo, por lo tanto no les convendría aportar acorde a lo que ganen, ya que muy probablemente la calidad de su pensión por el estado será muy inferior a la que habrá logrado con su buen manejo del dinero. Así que no creo que la mejor opción sea obligar a pagar acorde a tus ingresos. Si se quiere ayudar a la población, puede utilizar parte de sus ganancias en causas benéficas (se que no es el caso más común, pero mientras más gente haya generando más de 40.000 netos anuales, estadísticamente habrá más dinero entregado a causas benéficas).