Una empresa, de cualquier índole, es como un barco en el que el capitán es el autónomo que la conduce. Así como hay cartas de navegación para evitar naufragios, hay herramientas que nos permiten evaluar la marcha de nuestro negocio o las posibilidades de uno nuevo. Aprende a diseñar una estrategia de negocio si eres autónomo para poder llegar siempre a buen puerto..
¿Por dónde empezar el análisis?
Ya sea que tengamos una empresa funcionando o que estemos pensando la viabilidad de un nuevo proyecto, siempre hay dos frentes abiertos:
- El exterior, qué condiciones y circunstancias del mercado nos son, o no, favorables.
- El interior, cuáles son las propias fortalezas y debilidades.
Empecemos organizando estos aspectos en cuatro listas, por ejemplo:
- Condiciones externas favorables: es un momento de auge de nuestro producto, la competencia no es excluyente, fácil acceso a proveedores, hay subvenciones y/o créditos a los que podemos acceder…
- Condiciones externas desfavorables: rigidez en las condiciones de cobro de los proveedores, excesiva regulación del sector, alquileres sobrevaluados de los locales, mercado dominado por empresas grandes…
- Fortalezas: poseemos amplios conocimientos sobre nuestro producto, tenemos clientes fidelizados, somos activos en las redes sociales y tenemos perfiles consolidados, podemos montar comercio online, no necesitamos inversión económica…
- Debilidades: rápida caducidad del producto, nos estamos iniciando en el autoempleo, es nuestra única fuente de ingresos, el margen de beneficio por cada venta es muy reducido, desconocemos el ramo…
Estrategia de negocio para el autónomo
Es sabido que no hay que confundir táctica y estrategia. Una estrategia de negocio para el autónomo es un plan que tiene un objetivo a medio o largo plazo y las tácticas son las acciones que nos permitirán alcanzarlo.
Por ejemplo: hacemos diseño de interiores y nuestros clientes llegan por el boca en boca, pero la afluencia decae y consideramos que es porque ese circuito ya nos queda chico. El objetivo, entonces, es ampliar nuestro mercado. Una estrategia posible, crear o mejorar nuestra web y nuestro posicionamiento en redes sociales. Las tácticas serán todas las acciones que nos lleven a eso, desde contactar y contratar a un experto hasta dedicar un tiempo específico a las tareas que nos recomiende el especialista.
¿Cómo se diseña una estrategia de negocio?
A partir del análisis que hemos realizado de los pros y los contras, internos y externos, podemos diseñar cuatro tipos de estrategias:
1. La estrategia de negocio ofensiva. Combina los dos puntos fuertes de nuestro negocio: las condiciones externas favorables y nuestras fortalezas. Es una estrategia de crecimiento. Para seguir con el ejemplo del decorador de interiores: la demanda crece hasta el punto de que debemos rechazar clientes (condición externa) y nuestro trabajo ya se distingue como una marca de estilo (fortaleza), se puede pensar en contratar personal para satisfacer la demanda, en un socio o, incluso, cambiar la forma jurídica del negocio.
2. La estrategia de negocio defensiva. Surge de combinar nuestros puntos fuertes con condiciones externas desfavorables. Se trata de reaccionar ante un “ataque” para minimizar los daños. En nuestro ejemplo: suben desmesuradamente los precios de nuestros proveedores de confianza, podemos iniciar la búsqueda de nuevos proveedores o nuevos materiales, o reducir nuestro margen de beneficio.
3. La estrategia de negocio de adaptación. A la oportunidad la pintan calva y hay que estar con los ojos bien abiertos para que no se nos escape, aunque nuestras condiciones no sean las mejores para aprovecharla. En este caso se unen nuestras debilidades con una condición externa muy favorable. Por ejemplo: ¿qué pasaría si a nuestro decorador lo llaman de una cadena de hoteles para que ambiente las zonas comunes? Pues la estrategia sería armar un equipo de trabajo capaz de aceptar el encargo y dejar muy satisfecho al cliente.
4. La estrategia de negocio del superviviente. ¿Y qué hacer cuando todo va mal, cuando a nuestras debilidades se le suman condiciones externas adversas? Pues lo que hacen los seres vivos: intentar sobrevivir. Como sobre el mercado nuestra incidencia es nula o mínima, habremos de poner el foco en nuestro negocio. Si una gran empresa aterriza en el mercado de la decoración abaratando los servicios, no es mala idea dar un repunte a la creatividad y que nuestro trabajo luzca realmente diferente al de la competencia.
La ayuda tecnológica para el autónomo
Lo más conveniente es hacer un análisis de nuestro emprendimiento, diseñar las estrategias adecuadas y luego corroborarlo con algo muy parecido a un experto. Para eso el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad pone a nuestra disposición una herramienta, el DAFO, la sigla de Dificultades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Hay que cargarle los datos de nuestro análisis (las cuatro listas) y las estrategias, luego el DAFO las priorizará para diseñar el plan más adecuado.
Lo único que nos quedará es asegurarnos para poder llevarlo a cabo. Los autónomos somos el colectivo de trabajadores más desprotegido por el llamado Estado del bienestar. Las prestaciones por discapacidad e incapacidad son insuficientes, en parte porque la cotización es baja, dada la falta de ingresos y su poca uniformidad. Por eso es importante contar con seguros privados que suplan cualquier posible incidencia y cubran al autónomo y a su familia.
