Un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer alerta de la precaria situación de los trabajadores autónomos afectados por cáncer.
Padecer esta enfermedad provoca un cambio drástico en la vida de cualquiera, pero si el afectado es un trabajador por cuenta propia, la enfermedad puede llevarle a la precariedad e incluso a la exclusión social. En 2017, según el informe «El impacto económico del cáncer en las familias en España» realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 80% de los autónomos cotizaron por el mínimo de 918,80 euros, por lo que su prestación al solicitar la baja fue de 670 euros. Por suerte, con las últimas reformas de la ley que regula el trabajo de este colectivo, los autónomos ya no tienen que seguir abonando su cuota a Seguridad Social mientras estén de baja, cosa que antes, injustamente, sí ocurría.
El informe realizado por el Observatorio del Cáncer de la AECC señala que el enfermo de cáncer tiene que hacer frente a unos gastos medios mensuales que oscilan entre los 150 euros y los 300 euros. Para ellos estar de baja es un lujo que la gran mayoría no se puede permitir.
El colectivo mayoritario de personas en situación económica de riesgo derivada o agravada por el diagnóstico de cáncer es el de personas trabajadoras por cuenta propia: 10.986 nuevos casos en 2017. De ahí la necesidad de contratar seguros que cubran este tipo de problemas para poder seguir viviendo y afrontando los gastos derivados de la enfermedad. Existen seguros para baja laboral y seguros de vida con cobertura para enfermedad grave que pueden salvarnos en estas situaciones.
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