¿En qué beneficia y en qué perjudica la subida del salario mínimo a los autónomos? Pros y contras que hay que considerar para saber cómo esta medida afecta la economía de los trabajadores por cuenta propia.
El acuerdo entre el Gobierno y Podemos para los Presupuestos Generales del Estado 2019 incluye un 22,3 % de aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), que pasaría desde los actuales 735,9 euros mensuales hasta 900 euros mensuales (calculado en 14 pagas, tal como suele recibirse). Es la mayor subida de salario mínimo en toda su historia y, según algunas opiniones, beneficia principalmente a los sectores de la población más vulnerables, como las mujeres, los jóvenes o los inmigrantes.Otros, en cambio, piensan que no beneficiaría a nadie y que solo llevaría a que los precios se dispararan. Algunos temen que igualar el salario mínimo a niveles «europeos» implique precios también «europeos», eso sin tener en cuenta que las contrataciones podrían estabilizarse o bajar durante unos años hasta que todo se vuelva a regularizar. Pero veamos qué podría pasar con los trabajadores autónomos.
Cómo afecta la subida del salario mínimo a los autónomos
La subida del salario mínimo a los autónomos tiene como efecto colateral el aumento de las bases mínimas de cotización de todos los trabajadores. En la actualidad, la base mínima está fijada en 932,7 euros para los autónomos y en 858,6 euros para los asalariados. Con la subida del salario mínimo, la base de cotización subiría a 1050,1 euros, lo que implica pagar 35 euros más al mes porque la cuota aumentaría de los 277,9 euros actuales a 312,9 euros.
Este aumento de 420 euros anuales afectaría al 86 % de los autónomos —es decir, a 1.726.000 trabajadores—, que son los que cotizan por la base mínima.
Otro aumento de cotización significativo lo sufrirían los autónomos que contratan personal. Según Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), el coste de contratar un empleado se incrementaría en 3000 euros anuales por los aumentos correspondientes en las cotizaciones sociales más IRPF: 240 euros mensuales en 14 pagas. En este caso la medida afectaría a 447.149 autónomos que dan empleo a 923.731 trabajadores según los últimos datos sobre autónomos del Ministerio de Trabajo.
También Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), alerta de que la subida del SMI podría afectar a los sectores económicos más débiles y asegura que no van a permitir que se encarezca la base de cotización de los autónomos aunque afirma reconocer que el aumento del salario mínimo es una asignatura pendiente para la mejor distribución de la riqueza mediante sueldos que dignifiquen a todos los trabajadores.
Qué hacer para no perjudicar a los autónomos
En medio de la situación de alarma que se generaba en el sector, ya asfixiado por el aumento de las tarifas de luz y combustible —las federaciones de autónomos cifran esta subida en más de 3000 euros anuales para bares, panaderías y pequeños comercios—, el Gobierno ha intervenido en la polémica, y en la sesión de control celebrada en el Congreso el pasado 16 de octubre, el presidente Pedro Sánchez afirmó en forma tajante que la subida del SMI no se trasladará a las cotizaciones e impuestos de los autónomos.
Las soluciones para que este aumento de salario no redunde en mal de ninguno, sino para bien de todos, son sencillas porque todo el problema se reduce a una cuestión de tiempos: las fechas en que entran en vigencia las distintas medidas presentadas en los Presupuestos.
En estos figura de forma explícita que a partir del 1 de enero de 2019 el salario mínimo se fija en 900 euros pero la reforma del sistema de cotización de autónomos, para que estos trabajadores no resulten afectados negativamente, se emplaza «dentro del 2019»; lo que deja expuesto al sector durante, tal vez, once meses a una suba de impuestos que no puede asumir.
Los ministerios de Trabajo y Hacienda aseguran que están trabajando para que la reforma del régimen de autónomos que permitirá que coticen por sus ingresos reales —una reivindicación de todas las asociaciones de este colectivo— entre en vigor también el próximo 1 de enero.
¿Y qué pasa si no logran simultanear ambas medidas? Pues que el Ejecutivo se ha comprometido a desvincular la cuota de cotización del salario mínimo.
Este compromiso fue bienvenido por las federaciones de autónomos. La UPTA lo considera un acierto hasta que no entre plenamente en vigor el nuevo sistema de cotización según ingresos. Lorenzo Amor lo ha celebrado con un mensaje en su cuenta oficial de Twitter en el que también pide que se garantice que no aumenten los costes de contratación de personal en el 22,3 % que correspondería por la subida de salario. Y la secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), María José Landaburu, no solo se muestra confiada en la pronta puesta en marcha de la reforma de las cotizaciones, sino que cree que la subida del salario «es una medida que, en conjunto, nos beneficia. Aumentará el consumo interno y ello, a pesar del temporal aumento de costes, acabará redundando en una mayor actividad e ingresos para los autónomos».
La cotización de los autónomos por ingresos reales
Esta es una de las medidas consensuadas por las asociaciones de autónomos y el Gobierno para reformar el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y acercar su mecanismo recaudatorio al de los trabajadores asalariados, menos oneroso.
Las características principales son estas:
- Se establecen tramos de cotización según los ingresos anuales reales. Estos ingresos se calculan según los rendimientos menos los gastos deducibles.
- La cuota de autónomos será progresiva según los ingresos.
- Se eximirá de cotizar al trabajador autónomo cuyos ingresos resulten inferiores al salario mínimo.
Esta medida conlleva una mejora sustancial para los autónomos con menores rentas. En la actualidad son muchos los autónomos que no superan los 12 000 euros de ingresos netos anuales y están obligados a una cuota mensual de casi 300 euros.
Despejada la nube de polémica por la subida del salario mínimo, quedan en pie las reivindicaciones históricas del sector, como las deducciones de los gastos por manutención y de suministros en el domicilio inherentes a la actividad económica o no adelantar el IVA de las facturas no cobradas, entre otras. Y también, claro, que no se los utilice por los distintos partidos en cada campaña electoral para luego dejarlos en el olvido.