Los datos de siniestralidad laboral de los autónomos que maneja la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) revelan que en el primer trimestre de 2019 murieron 15 autónomos, y que, si no se toman medidas, llegarán a 60 en este año.
Las cifras oficiales revelan 6.782 accidentes de trabajo, de los cuales 6.571 son catalogados como leves y 196 como graves. Entre ellos, hay 457 accidentes de trabajo in itinere.
Tal como informa El Independiente, el sindicato de autónomos asegura que a medida que aumenta el conocimiento de la nueva cobertura de contingencias por la que los autónomos están obligados a cotizar, se incrementa también el número de trabajadores por cuenta propia que acuden a su mutua de accidentes en caso de verse afectados.
Por ello, UPTA insta a trabajar en la prevención de los riesgos laborales que sufren los autónomos, mediante una acción conjunta de la Administración central y las comunidades autónomas. Pide planes globales de fomento de la cultura preventiva en todos los sectores, especialmente en la construcción, el transporte y los servicios de reparación, pero también en ámbitos como la estética, la reparación y los servicios generales a la ciudadanía, que parecen tener unas tasas excesivamente elevadas de incapacidad temporal derivadas del desarrollo de su actividad.
Los autónomos son el colectivo más vulnerable
«La precariedad en el mundo del trabajo autónomo, la excesiva competitividad a la que están siendo sometidos y factores psicológicos adversos son algunas de las causas más comunes entre los que han padecido un accidente de trabajo en la denominada jornada laboral del autónomo, que en muchísimas ocasiones es de 5 horas más que la de un trabajador por cuenta ajena», asegura el sindicato Comisiones Obreras.
Por otra parte, as estadísticas oficiales que miden los accidentes laborales de los autónomos van a mostrar en próximos meses un crecimiento espectacular. Así lo avanza el informe «Evolución de los accidentes de trabajo en España 2012-2018», elaborado por Comisiones Obreras. Esto se debe a que hasta 2018 tan solo se contaban los accidentes de aquellos autónomos que tributaban a la Seguridad Social por la prestación de contingencias profesionales. Esto hacía que los datos no fueran reales, ya que apenas un 20 % de los afiliados al RETA cumplían esta condición.
Pero, a partir del 1 de enero de 2019, esta cotización ha pasado a ser obligatoria, lo que suma un total de dos millones y medio de autónomos más y, por tanto, equivaldrá casi seguro a un aumento de las estadísticas. Esos dos millones y medio de profesionales también sufrían accidentes, pero nadie los incluía en sus estadísticas oficiales.
Desde 2013, año en el que se comenzaron a contabilizar los accidentes in itinere, estos han aumentado de media un 5,7 %. Entre todos los sectores el que más accidentes de este tipo sufre es el de industria (23,3%), seguido por el agrario (17,4%) y el de la construcción (14,9%). El sector servicios aumenta un 3,2 %.
En cualquier caso, un autónomo ¿de qué viviría si sufre una invalidez, una incapacidad temporal o una enfermedad grave? ¿Y si fallece, ¿qué haría su familia? Los seguros de vida, de incapacidad, de invalidez, de enfermedad… son la mejor solución para este colectivo. Entra en nuestro comparador y comprueba por qué poco dinero al año tú y tu familia podéis vivir tranquilos.