Los autónomos sufren especialmente la morosidad y los retrasos en el pago de sus facturas. Numerosos ayuntamientos, Gobiernos autonómicos e incluso el central no cumplen con los 30 días prescritos para el pago de las facturas a sus proveedores.
Según informa la web de Emprendedores.es, muchos ayuntamientos duplican el plazo legal de pago. Salvo excepciones, la Ley de Morosidad establece a las Administraciones el plazo máximo de 30 días para el pago de las facturas de sus proveedores a partir del momento en el que el cliente recibe los productos o los servicios contratados. Sin embargo, según la Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA, se incumplen los plazos.
ATA afirma que la media de pago de una factura está ahora mismo en 37 días en el caso de la Administración central, 35 en las administraciones autonómicas y 65 en las locales.
Los peores pagadores son el Ayuntamientos de Jaén, con plazos de pago de 542 días, seguido por el municipio gaditano de Jerez de la Frontera, con 320 días. En el lado opuesto estarían corporaciones municipales como las de Zamora, con 9 días, o Lugo y Roquetas de Mar, con 11 días.
En lo que respecta a las comunidades autónomas, las que salen peor paradas son Cantabria, donde la media de espera para cobrar las facturas es de 56 días; la Comunidad Valenciana (51 días) y Baleares (45 días). Entre las que menos tardan en pagar están Galicia (18 días), Andalucía (20 días) y País Vasco (21).
Por diputaciones provinciales, la de Cuenca, es la de mayor celeridad a la hora de pagar los trabajos realizados por autónomos: 7 días de media. Por debajo de los 10 días pagan también las diputaciones de Teruel y Toledo, que hacen frente a las facturas que les presentan los autónomos en una media de 8 días y la diputación de Castellón que se demora en pagar solamente una media de 9 días. En el lado contrario aparece la diputación de Valencia que es la que más tarde paga de toda España, con una media de 53 días de espera para el cobro.
Cuanto más poderosos, peor
El informe de ATA contiene un segundo apartado en el que se analiza la morosidad entre empresas privadas, cuya media general se establece en 68 días, 3 días menos que los 71 que arrojaban los resultados correspondientes al primer trimestre del año y 8 días más de los que fija la Ley de Morosidad. Según esta, las empresas y los autónomos pueden firmar un contrato con sus clientes que amplíe el plazo de los 30 días a 60, pero nunca podrá sobrepasar ese tiempo.
Llama, sin embargo, la atención el hecho de que sean las grandes empresas, aquellas que cuentan con una plantilla de entre 250 y 1000 empleados y las de más de 1000 empleados, las que más tardan en satisfacer las deudas de sus proveedores (99 días de media de espera y 105, respectivamente).
Además del perjuicio económico que supone para cualquier autónomo la demora en el cobro de las facturas, cabe recordar que, si llegado el vencimiento del plazo, la Administración no ha hecho efectiva su deuda, incurrirá en mora con el consecuente derecho a reclamar la deuda además de los intereses de demora y gastos de gestión de cobro.
Más información en la página web de Emprendedores.